En el post anterior te comenté sobre eficiencias y también te dije que enlazaría esto con mi sueño de volverme como Arnold en su etapa más impactante.
Te platico,
Cuando estás en esa euforia de fin de año donde todo es alegría y te la pasas pensando en lo que va a venir, pues te dejas llevar.
Ahí estaba yo entrándole con ganas a las uvas y diciendo mis propósitos de año nuevo. Muy similar a cuando estamos en una sesión de planeación estratégica y se define la visión y los objetivos estratégicos.
No te voy a aburrir con los 12 deseos que pedí aquella ocasión porque la verdad ni me acuerdo de todos, pero había uno en particular que si recuerdo: tener un cuerpo atlético (en realidad no tanto como el de Arnold pero lo más cercano que se pudiera).
Y naturalmente estaba muy entusiasmado con la idea
Y naturalmente seguí con esa idea la primera semana del año nuevo
Y naturalmente me inscribí en un gimnasio
Y...como ya estarás adivinando...naturalmente dejé de ir a las 3 o 4 semanas.
Sé que esto no solo me ha pasado a mi, sino a tí también, aunque no sea con el gimnasio, sino con cualquier otro propósito u objetivo que te hayas trazado
para ti o para tu empresa
Lo interesante es analizar qué paso, ya que la motiviación estaba ahí, no esa un deseo que no cumpliera los criterios de ser Específíco, Medible, Relevante y alcanzable...
solo que no tomé en cuenta algo...
Desde mi contexto, acudir al gimnasio implica una serie de cambios adicionales que no tenía contemplados en su totalidad,
- Cambiar mis hábitos alimenticios
- Comprar una buena cantidad de ropa deportiva no presupuestada.
- Cambiar mis hábitos de sueño para estar en el gimnasio a las 6am
- Dejar de llevar a mi hija a la escuela porque ya no me alcanzaba el tiempo
- Dedicar una cantidad de tiempo extra por mi cuenta para aprender más sobre los ejercicios ideales porque los instructores no te hacen caso si no pagas tarifas especiales.
y la lista puede continuar
A lo que voy es que no hice un análisis de mi contexto, mi situación actual, mis capacidades más allá de mi entusiasmo y mi motivación,
En mi caso, puse una meta tan grande, a lograr en tan poco tiempo, que cuando vi todo lo que no tenía planeado, la motivación se convirtió en frustración.
Y esa frustración me hizo perder el enfoque...
Por eso es tan importante conocer el contexto de tu empresa y las capacidades que tienes actualmente
Ya que, como comentaba en el post anterior, si no conoces tu "capability" y "capacity" las metas pueden ser incrongruentes, y puede ser que abandones la ejecución de tu plan estratégico en los primeros meses de haber comenzado a aplicarlo,
es por ello que con frecuencia menciono que un Plan Estratégico "desnuda" a la operación de tu empresa,
pero de esto platicaremos mañana,
Por lo pronto, si necesitas ayuda con tu Plan y cómo aterrizarlo de forma congruente, mándame un mensaje o un correo a
Éxito en tu día
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